sabato 24 marzo 2012

Los desfiles apestan a fascismo


Texto de la Ocupación Draka en Corfú, sobre los desfiles nacionales, con motivo de la celebraciónde desfiles estudiantiles y militares en el aniversario de la fiesta “nacional” del 25 de marzo.

http://draka.squat.gr/

Una vez más, ha llegado el momento de que la nación celebre un nuevo aniversario nacional. Las calles que hasta ayer estaban sucias, llenas de maderos y personas sin hogar, de repente relucirán de limpieza. Banderas polvoreadas se sacarán de los baúles y decorarán la ciudad. Grandes plataformas se montarán para los representantes oficiales de la autoridad de cada lugar. El Ejército desfilará, haciendo una exhibición de fuerza y de armas, debido a los enormes gastos económicos para armamentos militares, al mismo tiempo que el Estado de bienestar se reduce. El frenesí nacional se concluirá con el desfile de los estudiantes, a modo de un homenaje a la “revolución de liberación nacional de 1821″, independientemente de si en realidad era una revolución social que, de hecho, se caracterizaba por una gran diversidad lingüística.

Los desfiles estudiantiles se impusieron en 1936, durante la dictadura de Metaxás, quien había quedado impresionado por la disciplina militar de las Juventudes Hitlerianas. Sin embargo, el hecho de que hay residuos fascistas, no se refleja sólo en su origen. El odio a la diversidad, la búsqueda de la uniformidad, el desfile masivo, basado en la disciplina militar, la participación informal, pero existente, institucionalizada y obligatoria, son los datos por los que se rigen los regímenes totalitarios.

Además, en este modelo militarizado de celebración de los aniversarios nacionales no faltan las distinciones jerárquicas y las distinciones rotundas: los chicos desfilan aparte de las chicas, los altos de los bajos, los sobresalientes de los estudiantes “malos”. Los griegos ortodoxos de los extranjeros, incluso los “normales” de las personas con necesidades y dificultades especiales. Asimismo, la institución anacrónica de desfiles ayudar a la idealización del nacionalismo y del patriotismo, del racismo y de la xenofobia, mientras que actúa como un instrumento más del Estado, que por un lado cultiva el mito de la “superioridad griega”, y por otro lado propone la unidad nacional como la única solución a las cuestiones sociales. Y, por supuesto, todo eso al son de unas marchas militares obsoletas y enfermizas, que refuerzan la obediencia ciega y la ausencia de pensamiento crítico.

No obstante, por muy masivos que sean los desfiles, por muy fuerte que se oiga el himno nacional, por muy ostentosamente que sean sujetadas las banderas, el mito de la unidad nacional y de la nación en general, se estará derribando en cada desfile.

La nación no es nada más que una construcción ideológica que es reproducida por la Soberanía para conseguir la aparente unidad entre las clases competentes entre sí. El concepto de la nación es mantenida por el Estado y el Capital, transformando los intereses de clase en nacionales. El escalofrío de emoción que sentirán los representantes de la autoridad oficial, presenciando el desfile desde la plataforma montada para ellos, mientras los estudiantes les rindan respeto pasando por su lado, no anula el hecho de que son ellos los que van a ordenar su represión, cuando la Juventud se levante y luche por un mundo diferente. El orgullo nacional de los varios representantes del Poder entrajetados (ministros, diputados, militares, líderes de partidos políticos) no será un impedimento para que todos estos sigan dejando en la miseria, tiranizando, oprimiendo y sometiendo a los oprimidos.

La misma bandera detrás de la cual estarán desfilando los estudiantes escolares, maquinalmente y con disciplina, destaca imponente delante de un banco griego. La misma bandera ondea con orgullo fuera del Parlamento de la Democracia burguesa. La misma bandera blanden los fascistas al asesinar a inmigrantes y los patrones al chuparles la sangre a los trabajadores.

Por otra parte, el pretexto de las medidas antisociales impuestas a un ritmo rápido y acelerado, no es nada más que la “salvación nacional”. Capital y Estado y la posición son legalizados en la conciencia de la sociedad por la Nación, fragmentando la unidad de clase y promoviendo ideas sobre la pureza racial y la superioridad cultural.

No somos súbditos de ningún Estado. No aceptamos ninguna nación. Somos unos sujetos de clase, somos personas que luchan por una sociedad de libertad, solidaridad e igualdad. La muleta del sistema político podrido que se está desmoronando es la unidad nacional, que encubre las estructuras competitivas de la sociedad. Detrás de la bandera queda disimulado el fascismo, el racismo, la xenofobia.

Ninguna participación en los desfiles.

Cuanto más te roban la vida, más te alimentan de nación y raza.

No te pongas en línea, no muestres obediencia ciega.

Marchas de clase, no desfiles nacionales.

Ocupación Draka, Grupo Anarquista Cumulonimbus.

http://draka.squat.gr/

http://cumulonimbus.squat.gr/

El texto en griego.

https://athens.indymedia.org/front.php3?lang=el&article_id=1386984


http://verba-volant.info/es/los-desfiles-apestan-a-fascismo/#more-2780

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