Fania Kaplan

En esta ocasión les acercamos la historia de esta compañera Anarquista rusa Fanni Kaplam , también conocida como Fannya Kaplam. Su nombre original era Dora Kaplam. Poco se conoce sobre esta compañera anarquista que ha dado su vida en la lucha insurreccional. Ella ha sido la autora del intento de ajusticiamiento contra el asesino Vladimir Lenin, ya que para ella como para muchxs ha sido solo un verdugo más de la revolución rusa. Esperamos que su historia y su lucha se expandan por el mundo y que ninguna de las dos muera en el olvido, prevaleciendo así en el conflicto cotidiano contra todo tipo de dominación.
Adelante compañerxs ¡ahora es cuando!



Kaplan nació en el seno de una familia de campesinos judíos, en la que era uno de entre siete hermanos. Se convirtió en revolucionaria a una edad temprana, militando en grupos anarquistas antes de unirse a un grupo socialista, el Partido Social-Revolucionario. En 1906, Kaplan participó en el atentado fallido de un funcionario del gobierno. Fue arrestada y condenada de por vida a un campo de trabajo kátorga, en Akatuy, Siberia. Fue liberada cuando la Revolución de Febrero acabó con el gobierno continuas migrañas y ceguera intermitente. Tras la Revolución de Octubre, Kaplan acabaría desilusionada con Lenin a causa del conflicto entre los social-revolucionarios y el partido bolchevique. Éste tenía un fuerte apoyo entre los soviets, a los que Lenin había calificado en su libro de 1917 «El Estado y la Revolución» como el único camino hacia el gobierno postrevolucionario; sin embargo, en las elecciones a la Asamblea Constituyente de noviembre de 1917, los bolcheviques no pudieron obtener mayoría absoluta, mientras que un social-revolucionario fue nombrado presidente en enero de 1918. Los bolcheviques, favoreciendo a los soviets, ordenaron la disolución de la Asamblea. Durante los siguientes meses, los enfrentamientos entre socialistas y bolcheviques llevaron a la ilegalización de todos los partidos excepto el gubernamental. Kaplan decidió entonces asesinar a Lenin.

El 30 de agosto de 1918, Lenin había pronunciado un discurso en una fábrica de Moscú. Cuando salió del edificio, y antes de que pudiera entrar en su coche, Kaplan le gritó. Al girarse, ella le disparó tres tiros: uno atravesó el abrigo de Lenin; los otros dos le alcanzaron el hombro y el pulmón izquierdos, respectivamente. Lenin fue inmediatamente trasladado a sus aposentos del Kremlin. Temía que hubiese otros conspiradores tramando su asesinato y se negó a salir para recibir atención médica, sino que se le proporcionó en la misma estancia. Sin embargo, los médicos fueron incapaces de extraer las balas fuera de las instalaciones sanitarias. Pese a la gravedad de las heridas, Lenin sobrevivió.

No obstante, su estado de salud nunca se recuperaría del ataque y se cree que el atentado influyó a la larga en los posteriores infartos que le incapacitaron y acabaron con su vida.
Kaplan fue encarcelada e interrogada por la Checa. Su confesión fue escueta: Mi nombre es Fannya Kaplan. Hoy disparé a Lenin. Lo hice con mis propios medios. No diré quién me proporcionó la pistola. No daré ningún detalle. Tomé la decisión de matar a Lenin hace ya mucho tiempo. Le considero un traidor a la Revolución. Estuve exiliada en Akatuy por participar en el intento de asesinato de un funcionario zarista en Kiev. Permanecí once años en régimen de trabajos forzados. Tras la Revolución fui liberada. Aprobé la Asamblea Constituyente y sigo apoyándola. Cuando resultó evidente que Kaplan no implicaría a otros enemigos de Lenin, fue ejecutada el 3 de septiembre.
El 17 de agosto, sólo unos días antes del atentado contra Lenin, Moisei Uritsky

comisario del pueblo del Interior en la región Norte y jefe de la Checa de Petrogrado, fue asesinado. Se trataba de un intento insurreccional de los Social-Revolucionarios para derrocar al gobierno de los soviets, en pleno apogeo de la Guerra Civil. Pocas horas después del intento de Kaplan, se emitió un decreto oficial por el Terror Rojo: fue el llamamiento por un «terror masivo y despiadado contra todos los enemigos de la revolución». Durante los meses siguientes, alrededor de 800 SR y otros opositores al bolchevismo fueron ejecutados sin juicio previo (?). Durante este año, uno de los más cruentos de la Guerra Civil, las ejecuciones se contarían por miles, incluso en estadísticas oficiales (?). Algunos historiadores califican esta represión como precursora de la Gran Purga, mientras que los bolcheviques la defendieron, considerándola un recurso válido en un momento de Guerra Civil, para combatir el terrorismo contrarrevolucionario y los intentos de derrocamiento del poder soviético por medios violentos.
La Memoria Como Arma...

--extraido publicacion

Abrazando el Caos N°2 – marzo/abril 2011 – Buenos Aires Argentina: