mercoledì 28 marzo 2012

El antagonismo social y de clase en Grecia (1975- 1985)


23 de julio de 1975, 25 de mayo de 1976: los obreros son provocadores…
Después de la caída de los coroneles (julio de 1974) y el retorno de la
“normalidad democrática”1, el antagonismo social y de clase en Grecia fue
muy profundo. Centenares de luchas -muchas veces fuera de la línea sindicalterminaron
en duros enfrentamientos. Esto sucedía hacia 1980.
En los primeros años de la caída de la dictadura y hacia 1977, las luchas
obreras –a través de huelgas salvajes2, ocupaciones y manifestacionesfueron
la punta del antagonismo de clase.
Se trató de la insurrección del obrero en masa que se desarrolló en
diferentes tiempos y lugares, y que fue generado por la “solución política” de
la socialdemocracia y la “reestructuración productiva” de los años 80, cuyos
resultados vivimos desde finales de los años 80 hasta ahora…
23 de julio de 1975: huelga nacional de los trabajadores de la construcción
La huelga del 23 de julio fue realizada contra la voluntad del sindicato
obrero. Los huelguistas se encontraron en el centro de Atenas, en el teatro
Peroké. Después del encuentro fue proclamada una marcha hacia el
Ministerio del trabajo. Poco después de iniciada la marcha, la policía prohibió
a los manifestantes continuar. Los sindicalistas del K.k.e (partido comunista
griego), a través de una mediación, obtuvieron el permiso de seguir adelante
cambiando sin embargo el recorrido de la marcha hacia calles secundarias y
no por la calle central, Av. Kostantinou. Sin embargo, los manifestantes
decidieron seguir por la calle Kostantinou y el jefe de la policía dio la orden de
anular la marcha. La respuesta inmediata de los manifestantes fue una gran
cantidad de piedras y ladrillos arrojados contra la policía. Después de las diez
de la mañana, llegaron los carros armados y se inició la lluvia de
lacrimógenos. Los manifestantes (huelguistas y jóvenes contrarios a las
(1 La dictadura de los coroneles, instaurada con el golpe militar del 21 de abril de 1967 cae
el 24 de julio de 1974, esta caída no pareció ser fruto de la resistencia (armada o no) del
pueblo sino que fue el confiar el gobierno por parte de la clase militar a la clase política del
país (o bien al líder de la derecha K. Karamanalis que había pasado los años de la dictadura
en el exilio dorado en Francia), n.d.t.
2 Término que designa a una huelga ilegal, n.d.t.)
mediaciones “pacificas” de los partidos) crearon pequeñas grupos, hicieron
los primeros fuegos y alzaron las primeras barricadas gritando “abajo el nuevo
terrorismo”.
Los enfrentamientos se expandieron por todo el centro de Atenas (por las
calles Pattisión, Metaxurgio, Kanigos y Stadiou) mientras la policía
continuaba lanzando lacrimógenos. La gente respondió con piedras y
destruyó varios autos de la policía. Desde los balcones de las casas, los
habitantes lanzaron masetas contra los policías. Muchos manifestantes
intentaron ocupar el edificio de primeros auxilios. Los estudiantes de la K.n.e
(la juventud del partido comunista) cerraron las puertas del Politécnico para
no dejar entrar a los “provocadores” (los años pasan pero siempre usan la
misma estrategia)3. Los “provocadores” aumentaron. Fue mucha la gente que
llegó al centro de la ciudad para enfrentarse con los guardias. Muchas veces
los enfrentamientos hicieron huir a los policías que respondieron disparando
al aire. Los enfrentamientos se alargaron hasta tarde en la noche. Al día
siguiente todos los periódicos, refiriéndose a los manifestantes, los definían
como “provocadores”. Los socialistas de Papandreu (que estaban ahora en la
oposición) hablaban de “responsabilidad histórica” del gobierno de derecha.
El secretario del K.k.e, Carliaos Florakis habló de una acción de algunos
elementos provocadores “neofascistas”…
Una semana después, doce de los arrestados fueron condenados a sufrir
penas que iban de dos a dos años y medio de reclusión.
25 de mayo de 1976: la huelga general
La huelga comenzó el 24 de mayo contra la ley 3304. Cerca de cien mil
trabajadores participaron de la manifestación del 25 de mayo. En la mañana
los obreros de la construcción se encontraron en el teatro Gloria en el centro de
la capital griega. Después de la reunión iniciaron una marcha hacia el
Ministerio de trabajo. El ministro excluyó toda hipótesis de retiro de la ley y
los manifestantes decidieron seguir hacia el Parlamento. Un poco antes de
llegar (a la altura de la calle Stadiou), las fuerzas especiales de la policía
cerraron la calle. Detrás de ellos estaban formados los carros armados.
(3 Muy seguido los jóvenes (y no tan jóvenes…) del partido comunista usan o intentan usar
hasta hoy la táctica de excluir de los edificios universitarios a los “provocadores.”
4 La ley 330 prevé restricciones para los derechos sindicales, sobretodo para el derecho al
paro, y facilidades para el derecho de los patrones al despido.)
Después de muchas tratativas los manifestantes decidieron continuar
intentando sobrepasar el cordón de la policía. Pero los carros armados
procedieron hacia la muchedumbre e iniciaron la lluvia de lacrimógenos. En
las calles principales de la zona (calle Eolou, Aristidou, Kotzia y Athinas), se
alzaron las primeras barricadas mientras en la plaza Omonia se alzaron las
barricadas hechas con autos. La policía continuó lanzando lacrimógenos pero
los manifestantes controlaron una basta zona vecina a Omonia y plaza Kotzia.
En la calle Eolou, uno de los carros armados de la policía invistió y mató a
Anastasia Tsivica.
Los grupos especiales de la policía controlaron la calle Stadiou y atacaron
plaza Omonia donde se encontraba reunida la mayor parte de los
manifestantes. Estos últimos se retiraron y los enfrentamientos se desplazaron
hacia la parte oriental (el Politécnico) y meridional (calle Constadinoupoleos)
del centro de la ciudad. En la calle Pireos, los manifestantes dieron fuego a una
gran cantidad de papeles que se encontraban fuera de la sede de los jóvenes de
derecha “Vradini”. Nuevas barricadas se alzaron hechas con autobuses y
trolebuses.
En las primeras horas del mediodía y mientras los enfrentamientos
continuaban, los sindicalistas de la construcción fueron con el director de la
policía, declararon que no eran ellos los responsables de los enfrentamientos y
se disociaron de los hechos apenas ocurridos…
Más tarde la policía decidió retirar los carros armados. Pero los
“provocadores” aumentaron. Ahora en los enfrentamientos participaban
miles de personas. Antes de medianoche atacaron a la policía tomando el
control de la calle Patisson en la zona vecina al Politécnico y el barrio de
Exarjía. En las calles Aquileos y Lenorman cerraron con barricadas la
circulación de las líneas ferroviarias. Los enfrentamientos continuaron hasta
tarde en la noche, con el resultado de decenas de heridos de ambas partes.
El día después, la policía notificó los nombres (y las direcciones) de los 190
arrestados…que eran ciertamente “provocadores”: cerca de 80 obreros y
empleados, 40 estudiantes, 30 estudiantes de educación media, todos de
edades entre 17 y 30 años y todos provenientes de los barrios populares de la
ciudad (Egaleo, Colonos, Peristeri, Kalithea, Petroupoli, Pireo, Petralona,
Exarjía, Kipselí). La verdadera síntesis de la clase provocadora.
El K.k.e vio nuevamente en estos enfrentamientos la acción de “elementos
neofascistas y provocadores” que querían hacer saltar por el aire la
normalidad democrática.
16 de noviembre de 1980: el ascenso y el fin de los diez mil provocadores
Los últimos años de los setenta fueros años de dura lucha pero también años
de cambios políticos. Cinco años de democracia parlamentaria llenos de
explosiones del antagonismo social habían puesto a la luz muchas cosas. El
Estado de los partidos había comenzado a conquistar peso en la sociedad
griega como regulador y conductor de las reivindicaciones sociales.
En el fin del decenio, el blanco político Principal fue el “Estado de derecha”,
“el terrorismo de la derecha”, etc. Un objetivo de este tipo puso en crisis a los
partidos de oposición y los miembros más radicales se retiraron. El retiro más
llamativo fue aquel en el cual la mayor parte de las organizaciones juveniles
(sobre todo aquellas estudiantiles) salieron del partido K.k.e Esotericou (el
partido euro-comunista fundado, en plena dictadura, después de la escisión de
1968 y en oposición a la línea filo-soviética del K.k.e). Casi ocho mil personas
dejaron el partido y fundaron la organización “B. Panelladiki”.
En ese período se presentó por primera vez en la realidad griega la corriente
ideológica de la anarquía que recibió a algunas de las tensiones juveniles y
metropolitanas.
1980 fue un año muy caliente. Después del gran desarrollo capitalista
ocurrido durante la dictadura y en los años sucesivos, creció el deseo de una
distribución de la riqueza en favor de los obreros y de los pequeños burgueses.
Como en los años precedentes, también en 1980 estallaron luchas violentas,
ya sea en el ámbito obrero como en los barrios y en las provincias (por ejemplo
los enfrentamientos ocurridos en el puerto de Rodas contra la entrada de las
naves militares americanas). Al mismo tiempo y a la interna de la universidad
prevaleció un aire de tensión. Se creó entonces una alianza entre los jóvenes de
la B. Panelladiki y una corriente contestataria contra la “democracia” de los
partidos, el conservadurismo político social y la disciplina universitaria. Tal
alianza dominó en los ambientes universitarios provocando el enojo del K.k.e,
casi todas las universidades fueron ocupadas por muchos meses, además no
faltaron los enfrentamientos entre los “anarcoautónomos”5 y los
comunistas” del K.k.e.
(5 Expresión usada sobre todo en los años 80 para indicar a todas las corrientes
antagonistas que estaban fuera y/o contra la izquierda parlamentaria y legalitaria.)

La manifestación del 16 de noviembre de 1980 a la embajada americana
En la vigilia del aniversario del 17 de noviembre, el primer ministro del
gobierno de derecha Georgios Rallis no autorizó el desarrollo de la marcha
que tenía como punto de llegada la embajada americana6. El E.f.e.e (la unión
nacional de los estudiantes griegos n.d.t), cuya mayoría pertenece al K.k.e,
estuvo de acuerdo con esta decisión gubernamental. La mayoría
extraparlamentaria de la universidad ocupó entonces, decidiendo que la rotura
de la prohibición podía transformarse en la culmine de las luchas de los
últimos años contra la derecha y el imperialismo. La minoría del E.f.e.e se
decidió por la marcha a la embajada.
Al mediodía del 16 de noviembre de 1980 un número extraordinario de
manifestantes, prontos a violar la prohibición del primer ministro, se
encontraron fuera del Politécnico.
Pertenecientes a la extrema izquierda, anarquistas, autónomos juntos
formaban un bloque grande y potente. Eran diez mil “provocadores”. Pero
salvo los anarquistas, todos los otros no estaban equipados para un
enfrentamiento con las fuerzas del orden. Presuponían que Rallis evitaría ir
contra tanta gente. Una suposición de este género se tiene que atribuir a la
extrema izquierda que no se dio cuenta de los acuerdos que estaban en la base
del Estado de los partidos.
Más tarde, después de los acostumbrados enfrentamientos con los jóvenes
del K.k.e, los diez mil “provocadores” llegaron a la plaza Sintagma. En toda la
plaza estaban los manifestantes “legales” de los partidos. De cara a la marcha
estaban cerca de veinte cordones de manifestantes. De frente a ellos los
cordones de la policía que, después de un primer empujón, se soltaron. La
marcha salió por la calle Vassilissis Sofias hacia el Ministerio del exterior
donde estaban alineadas las fuerzas especiales de la policía (Mat) cerrando el
pasaje. La distancia que separaba al primer cordón de los manifestantes y los
guardias era de menos de un metro. Detrás de los centenares de cascos blancos
(6 El 17 de noviembre de 1974 la dictadura de los coroneles había sofocado con carros
armados la revuelta del Politécnico ocupado masacrando centenares de personas. La
marcha conmemorativa (la “fiesta de la democracia” como la llaman todos los amantes del
parlamentarismo) que inicia en el Politécnico y termina en la embajada de los Estados
Unidos fue muchas veces ocasión de enfrentamientos con la policía. el 17 de noviembre de
1995 la policía desalojó, arrestando 504 anarquistas y antiautoritarios, la ocupación del
Politécnico hecha en solidaridad con las revueltas en las cárceles griegas y por la liberación
del anarquista Kostas Kalaremas.)
estaban los carros armados. El procurador exigió la disolución de la marcha.
La respuesta dada por las primeras filas de la marcha fue: “¡saquen a la policía
o la sacamos nosotros!”. El lema “¡todos en marcha a la embajada!” retumbó
en toda la plaza.
Pocos segundos después los guardias atacaron con los palos. Las primeras
filas también golpearon, no dejaron sus puestos y continuaron empujando a
los guardias. A la vez, detrás entre la gente dominó un pánico insensato. La
parte central de la marcha comenzó a disolverse, probablemente porque el
empujón en avanzada de centenares de personas dejaba sin respiro a los que
estaban en el medio. Las primeras filas quedaron solas y después de los
enfrentamientos los guardias avanzaron lentamente hacia el hotel Gran
Bretaña (plaza Sintagma). No lograron tomar la calle y se movieron haciendo
avanzar a los carros armados. Al inicio de la calle Panepistimiou, los
manifestantes crearon barricadas mientras la policía lanzaba los primeros
lacrimógenos. Los diez mil “provocadores” se retiraron en modo irregular y
confuso.
Los guardias y los carros armados atacaron nuevamente. Muchos
manifestantes, esperando la solidaridad de los “comunistas”, corrieron a
encontrar refugio en el bloque del K.k.e. pero el servicio de orden
“comunista” cumplió efectivamente su función, golpeando a todos aquellos
que se acercaban.
Con los lacrimógenos y tanta violencia las fuerzas especiales de la policía
avanzaron y en la calle Panepistimou, fuera de la panadería Folia, golpearon
de muerte a una obrera Stamatina Kanelopoulou. Pocos metros más allá
mataron del mismo modo al estudiante Iacovos koumis.
Los manifestantes continuaron su retirada rompiendo y saqueando las
vidrieras de los negocios, pero no se pusieron a hacer barricadas para detener a
los carros armados y permitir así la reorganización de la marcha. La policía
continuó y avanzó, y los manifestantes se retiraron hacia el Politécnico y el
barrio de Exarjía. Los guardias comenzaron a disparar y se produjeron los
primeros heridos. Los carros armados avanzaron por la calle Pattission. Los
manifestantes que no se habían ido y entrado al politécnico corrieron seguidos
por una lluvia de lacrimógenos hacia el barrio de Nea Filadelfia (situado cerca
de siete quilómetros del centro de Atenas). Fuera del Politécnico continuaron
los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. Los guardias
dispararon al aire y contra la gente. Muchos fueron heridos, dos gravemente.
Entre la gente dominaba el miedo y la rabia, la noticia de los dos muertos y
de los centenares de heridos se esparció. Una violencia de este tipo no había
sido prevista ni por los organizadores ni por los participantes de la marcha.
Algunos, inútilmente, esperaron por la “política”: a las diez de la noche el
“socialista” A. Papandreou acusó al gobierno de no haber aplicado un plan
adecuado para enfrentar a los “provocadores” y entonces de ser responsable
del hecho que “ciudadanos inocentes” hayan sido heridos. Los otros partidos
siguieron la misma línea. Es claro que todos los partidos estaban unidos contra
los provocadores y sus razones…
En el Politécnico no hubo una propuesta seria como respuesta a los hechos
apenas ocurridos. En la tarde noche, la policía atrasó el bloque y mucha gente
logró entrar. Pero se respiraba un aire de miedo y confusión. La única posición
lógica y decisiva fue la de la O.p.a (organización de izquierda proletaria) que
propuso una manifestación para la mañana siguiente fuera del Politécnico. La
mañana siguiente el Politécnico estaba semivacío. El gobierno consideró
“autores morales de los enfrentamientos” a algunas organizaciones de
extrema izquierda y se esparció la voz que tales organizaciones serán
ilegalizadas. Eso empujó a muchas de las organizaciones de la manifestación
a retirarse. Entretanto el K.n.e conquistó el control del Politécnico, echó a los
pocos “provocadores” que quedaban y cerró las puertas. Contrariamente,
mucha gente se reunió fuera del Politécnico. De hecho, los telediarios
nocturnos no habían dado la noticia de las personas muertas y entonces mucha
gente se enteró de los hechos sólo a la mañana siguiente (por los diarios, los
muros pintados y los volantes estampados y distribuidos durante la noche por
la O.p.a) hacia mediodía la gente reunida fuera del Politécnico era mucha y
estaba enojada. En las primeras horas de la tarde, anarquistas y autónomos
decidieron intentar ocupar el Politécnico atestado en ese momento por los
K.n.a.t.7 Atacaron el ingreso por la calle Stournara y mientras la puerta se
rompía llegaron armados con cascos y palos los refuerzos de los “comunistas”
del K.n.e y Esak (organización universitaria del Partido comunista n.d.t).
Estos últimos se enfrentaron con los “provocadores”, los alejaron y lograron
tomar el control de la calle Stournana. En el entretiempo, la mayor parte de los
anarquistas se encontraban en asamblea en la facultad de química. Al final se
organizó una marcha que partió de la calle Panepistimou y llegó al
Politécnico. Fue una marcha en la cual participaron cerca de mil personas y
concluyó con enfrentamientos verbales entre anarquistas y “comunistas”.
(7 Término usado por la corriente antagonista para indicar la colaboración de la juventud
del partido comunista con las fuerzas especiales de la policía.)
La noche del 16 de noviembre de 1980 ha sido descripta en los “anales
sociales” como uno de tantos crímenes del Estado de derecha. Desde el
momento en que ninguna fuerza política “adoptó” a los muertos durante la
manifestación, Kanelopoulou y Koumis quedaron en el olvido de la historia
como en el olvido quedaron los eventos de aquella noche. Parece que todo
cambio en el antagonismo social no es digno de ningún tipo de memoria. Aún
si se derramó sangre.
1984-1986: la revuelta de los metropolitanos
Los primeros años de la administración “socialista” del Pa.so.k
(movimiento pan helénico socialista, n.d.t) han sido años de prosperidad y de
paz social, de “reconciliación nacional” y de consumismo, de desarrollo de la
pequeña burguesía y de democracia.
En este contexto, la oposición extraparlamentaria o como quiera que sea lo
que había quedado de la corriente política del decenio anterior, buscaba una
razón de existencia ideologizando y hablando de política como se solía hacer.
Las únicas acciones dignas de notar fueron aquellas que tienen que ver con
el servicio militar.
Las tendencias y los grupos principales de la extrema izquierda estuvieron
entorno a la “comisión para el ejército” fundando un movimiento que la
socialdemocracia no podía tolerar. Reivindicaciones como el servicio militar
anual, el reconocimiento de los objetores de conciencia y el de los derechos
sindicales de los militares, han unido por mucho tiempo a muchas personas. Y
fue contra este movimiento que el gobierno “socialista” en 1983 usó la
violencia, violando así desvergonzadamente sus promesas antirepresivas y
democráticas.
En cambio en otro contexto social, lejano de la política -aquella oficial o
bien alternativa- se advirtieron profundos e incontrolables cambios. Los
jóvenes, término acordado como categoría social, entraron en masa en el
mundo del consumismo. Pero entraron de un modo irregular y caótico. El
viento de la “libertad de mercado” se transformó en tormenta mientras la
familia, la escuela y la cultura media enfrentaban el calor del consumismo de
masa con el frío de las reglas tradicionales. En los barrios y en las villas
pequeñas, los jóvenes querían su parte en la aventura de esta nueva “libertad
socialista”. Fanfarroneaban de varios modos –fuera de la familia, de la escuela
y de las juventudes partidísticas– corriendo por los lados oscuros de la
cotidianidad. Rock, drogas, estilos juveniles, todo estaba a disposición. Había
sombras del orden que patrullan las calles que los jóvenes frecuentan. Los
guardias se convirtieron en el enemigo número uno y la encarnación concreta
del Estado abstracto. Las vidrieras de los bancos se transformaron en la
expresión simbólica de un equilibrio social frágil. Entre la tentación de una
rápida riqueza y la constricción social el caldero hervía…
Muchos pequeños enfrentamientos, ya sea en Atenas como en Salónica
mostraban un querer abstracto de insubordinación. La socialdemocracia, para
prevenir el mal, instituyó un sub-Ministerio de la juventud. Después del
verano de 1984, el problema fue confiado a la policía que, volviendo a
sublevar a padres y “ciudadanos pacíficos”, entró en acción en las calles con
sus llamadas “operaciones de la virtud”8. La noche de los punks, el 25 de
octubre del mismo año fue sólo un anticipo9.
4 de diciembre de 1984: el ataque al congreso internacional fascista
La inauguración de la revuelta vino el 4 de diciembre de 1984 afuera del
hotel Caravel. Dos mil manifestantes de extrema izquierda, anarquistas y
otros jóvenes metropolitanos atacaron el hotel donde se habían reunido para
un congreso los representantes del fascismo internacional: Lepen, Almirante,
(el partido griego, n.d.t) E.p.en.
Los guardias sorprendidos dejaron espacio a los enfrentamientos y fueron
contra la marcha a su regreso. Gran parte de los manifestantes estaba pronta
para un enfrentamiento de este tipo. Ocuparon por algunas horas la facultad de
jurisprudencia y los enfrentamientos con las fuerzas policíacas
recomenzaron. El resultado final fue dieciséis personas arrestadas. Cuatro de
ellas fueron acusadas de traición y ultraje, provocación y rebelión contra la
autoridad. ¿Se trató de una demostración de fuerza por parte del Estado o
talvez de una reacción que testimonió su sorpresa y miedo?
Al día siguiente, la policía (por ende el gobierno) asustada y desconfiada,
prohibió toda manifestación y al mediodía las fuerzas especiales (M.a.t) de la
(8 Término usado por el Ministerio de orden público y por los diarios para indicar las
operaciones represivas en las plazas “limpias”. Operaciones practicadas intensamente a
mediados de los años 80 y sustancialmente se trataba de arrestar a los jóvenes punks.
9 Un concierto previsto para la tarde del 25 de octubre de 1984 en el Politécnico fue
aplazado porque los “comunistas” del K.n.e cerraron las puertas del edificio universitario. A)
policía “socialista” se alinearon en el centro de Atenas, al interior del llamado
“triangulo caliente” (Politécnico, facultad de química, facultad de
jurisprudencia).
Todas las facultades fueron cerradas pero la policiocracia no temió sino más
bien provocó.
Mucha fue la gente que se reunió y manifestó en el “triangulo caliente”, a lo
largo de la calle Temistocleous donde están situadas las sedes del Ergatiki
Enosi (Unión obrera, n.d.t) y de la Riksi (Rotura, n.d.t), las dos formaciones
extraparlamentarias que habían organizado el ataque al hotel Caravel. Los
enfrentamientos se iniciaron cuando hombres de la M.e.a (otro grupo especial
de la policía griega, n.d.t) ayudados por “ciudadanos indignados”10
pertenecientes al Pa.so.k, intentaron impedir el desarrollo de la manifestación.
Ciento cincuenta personas se barricaron en la sede de la Riksi y otros setenta
en la de Ergatiki Enosi. Todos los otros manifestantes fueron rechazados hacia
el vecino barrio de Exarjía. El comando de operaciones policiales fue
encomendado a M. Georgakakis, ex jefe de la policía, creador del escuadrón
antiterrorista y asesino del medico Spiros Tsironis11. Él inició la provocación
declarando: “ríndanse, de todas formas están todos arrestados”. Entre la gente
barricada en la sede de la Riksi, los más moderados obligaron a la parte más
determinada (los que estaban prontos a responder violentamente al ataque de
la policía) a abandonar el edificio pasando por los techos de los edificios.
Aquella fue una riksi (una rotura…) que ha dejado cicatrices que no se cierran
en las relaciones internas del movimiento antagonista. En cambio la gente
barricada en la sede del Ergatiki Enosi no se rindió arriesgando así la
acusación de resistencia pasiva. Pero la policía quedó más que satisfecha con
ciento sesenta arrestos y algunas horas después abandonó la zona.
El día después los diarios anunciaron con placer la “derrota del terrorismo”
y que la policía había arrestado sesenta personas que atacaban el centro de la
ciudad.
Pocos días después mientras la juventud de izquierda – o por lo menos lo
que había quedado de ella – se estremeció intuyendo que la revuelta había
(10 Término usado por los medias para indicar a los fascistas, los guardias de civil o fuera de
servicio y todos los siervos del poder que durante los enfrentamientos ayudan
voluntariamente a la policía.
11 El médico Spiros Tsironis fue asesinado el 11 de julio de 1978 por las fuerzas especiales de
la policía. se había barricado en su apartamento, en el suburbio ateniense de Nea Smini,
proclamándolo “territorio autónomo”.)
comenzado, se desarrolló la última manifestación antagonista de masas. Diez
mil personas pertenecientes a la extrema izquierda atravesaron el centro de
Atenas manifestándose contra el gobierno del Pa.so.k y contra la policía,
dejando sorprendidos a los llamados “ciudadanos indignados”. Estos se
preguntaron: “pero ¿son tantos?”. Fue la última vez que fueron “tantos” a
manifestarse por las calles…
El invierno continuó con “hit and run” ataques a los guardias y a los bancos,
incendios a las sedes fascistas y enfrentamientos con los naziskin. En
primavera la situación se hizo más caliente. La policía movilizó las fuerzas
especiales pero no logró controlar la situación. No se trataba de enfrentar cien,
doscientas personas aisladas. Debía de hecho enfrentar muchos revoltosos
que estaban unidos por lo menos en lo que tiene que ver con la represión. De
hecho, cuando los guardias atacaban a alguien “que hacía disturbios” debían a
la vez enfrentar ataques (aunque sólo fuesen verbales) de mucha gente.
Mayo 1985: la ocupación de la facultad de química
El 9 de mayo d 1985 grupos de jóvenes metropolitanos organizaron una
manifestación en Exarjía contra la policiocracia. El director de la policía
Coctoulas con varios guardias a su mando, comunicó: “disuelvan sino los
reprimiremos”. Los doscientos manifestantes se retiraron por la calle Trikoupi
y después de enfrentarse con los guardias llegaron a la facultad de química.
Como acción de protesta por la prohibición de la manifestación ocuparon el
edificio universitario y se prepararon para el enfrentamiento. Después de
algunas horas las fuerzas especiales de la policía (M.e.a) asediaron toda la
zona entorno a la facultad abriendo así dos frentes: uno hacia el edificio
universitario y el otro entorno a la zona bloqueada, donde muchos jóvenes se
enfrentaron con policías de particular, con fascistas y “socialistas” del Pa.so.k.
Toda la noche la policía intentó acercarse a la facultad pero los ocupantes
respondieron con cócteles molotov. El resultado de la jornada fue catorce
arrestados.
10 de mayo: la mañana después la policía, esperando una acción de
desahogo, alineó el bloque sin abandonar la zona. Los ocupantes incluyeron
entre sus demandas la excarcelación inmediata de los catorce arrestados e
hicieron un comunicado diciendo: “invitamos a todos a tomar posición. Las
fuerzas especiales de la policía no golpean sólo a los anarquistas y a los
antiautoritarios sino también a los huelguistas de la Mobil, los de la
construcción y todas aquellas personas conscientes del sello que está en la
base del aparato estatal y expresan su descontento con la acción directa.
Respondamos a los fascistas del E.p.en y del En.e.k (las siglas de los dos
partidos nacionalistas y filo-golpistas más conocidos de la época, n.d.t) que el
pueblo no olvida que es el fascismo. Sus provocaciones y sus amenazas no nos
espantan más bien nos hacen reír. Los invitamos a combatir el fascismo que
hoy es claramente un componente esencial del Estado”.
Mientras su número crecía, los ocupantes de la facultad de química
organizaban perfectamente su autodefensa, usando grandes cantidades de
sustancias químicas y cáusticas presentes en los laboratorios de la facultad.
La extrema izquierda decidió movilizarse al menos por lo que tenía que ver
con la cuestión de la represión. La tarde del 10 de mayo quinientas personas
con la consigna principal de “los M.a.t y los guardias de civil son bastardos”,
ocuparon la facultad de jurisprudencia pidiendo el inmediato alejamiento de
la policía de la facultad de química y de todo el centro de Atenas. La respuesta
del gobierno “socialista” fue el reforzamiento del bloque ya sofocante del
centro de la ciudad, sobretodo entorno a las dos facultades ocupadas,
alineando decenas de patrullas de las fuerzas especiales policiales, centenares
de guardias de particular y muchos “ciudadanos indignados”.
Alrededor de la zona más de cuatro mil “filo-ocupantes”, diseminados en
las calles adyacentes, agotaron a la policía que recibió enormes cantidades de
molotov cada vez que se acercaban a la facultad de química. Aquí hay que
subrayar que muchos de los “anarquistas históricos”, los mismos que después
abrazaron hasta sofocar a los jóvenes metropolitanos, no eran favorables a la
ocupación de la facultad de química. Muchos de ellos en seguida se hicieron
“anarco-padres” y refiriéndose a los jóvenes revoltosos los definieron con
desprecio como “drogadictos que jugaban a hacerse los revolucionarios”.
En Salónica, la noche del 10 de mayo doscientas personas se enfrentaron
con la policía y ocuparon la facultad de Teología.
El 11 de mayo: el centro de Atenas estaba dominado por una marea de
cascos blancos. Era claro que el Pa.so.k estaba jugando su última carta. Se
acercaban las primeras elecciones políticas con el dominio “socialista” y el
gobierno debía tranquilizar a la opinión pública, asustada y preocupada por lo
referente a la seguridad y al orden del país.
Entretanto la revuelta no disminuía sino que día a día crecía. La policía no
lograba controlar la situación y encontrándose entre dos frentes, perdía
ulteriormente su confianza. Al final disminuyó el bloque de la policía entorno
a la zona y se le dio la ocasión a los políticos (Miliarakis, Glezos), (dos de las
personalidades históricas de la izquierda, n.d.t) para convencer a los
ocupantes de la facultad de química de abandonar el edificio. Poca gente -
cansada o asustada- salió, mientras otra entraba. Entretanto los ocupantes de
la facultad de jurisprudencia, con una marcha de cerca de mil personas
abandonaron el edificio. La policía, inmediatamente cercó de nuevo la
facultad de química.
Los enfrentamientos recomenzaron y la policía intentó de modo violento
hacerla terminar pero no logró acercarse más de cien metros y esto sólo para
recoger a los policías heridos.
Tarde en la noche se esparció la voz que durante los enfrentamientos había
muerto una persona. Una manifestación espontánea de ceca de mil personas
salió de Exarjía hacia la plaza Omonia. La consigna que guiaba la marcha era
“¡si las voces que corren son ciertas, quemaremos todo! La marcha cercó la
facultad de química y saludó a los ocupantes con cantos encendidos. Los
ocupantes respondieron lanzando de la terraza molotov multicolores. La
policía no intervino para no abrir un tercer frente.
El 12 de mayo: la cuarta jornada de ocupaciones. El asedio policial continuó
como continuaron también los enfrentamientos, cada vez que la policía se
abría paso, cada vez que los ocupantes sentían el deseo de atacar. Las
imágenes televisivas de esos enfrentamientos recorrían ya el mundo creando
estupor por lo duraderos e intensos.
La mañana después los anarquistas y la extrema izquierda se manifestaron
en Propilea avanzando hacia Exarjía. Cerca de la calle Zoodochou Pigis una
veintena de fascistas intentaron atacar con palos y escudos improvisados. A
último momento fueron salvados por las fuerzas del orden. Desde la tarde en
adelante todo el barrio de Exarjía se convirtió en un teatro de guerrilla urbana.
Por primera vez se permitió a doctores y ambulancias acercarse para socorrer
a los ocupantes heridos...
El 13 de mayo: en Salónica al alba, después de la noticia sobre un joven
muerto en Atenas, se ocupó la facultad de química. La ocupación terminó al
mismo día después de la desmentida de la noticia. En la ciudad de Ioannina y
Patraso, grupos de estudiantes antiautoritarios ocuparon edificios
universitarios y se manifestaron contra la represión estatal.
La prensa y una parte de la clase política, habiendo perdido la paciencia a
causa de la incapacidad de la policía para concluir este caso causado por los
“provocadores de la normalidad democrática”, consideraron exagerada y
errónea las acciones de la policía. Intuyeron que tales situaciones eran
afrontadas con acciones tempestivas y preparaban futuras tácticas…
En ese momento no les quedó más que rendirse. En la tarde las cuatrocientas

Da ‘’ El antagonismo social
y de clase en Grecia
(1975- 1985)’’
Circulo anarquico VILLA ESPANOLA. Uruguay.

http://periodicoanarquia.wordpress.com/circulo-a/

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